lunes, 21 de enero de 2008

UN TESTIMONIO CHILENO

¿Cuál ha sido la incidencia de los Tratados de Libre Comercio y la inclusión de leyes como la de UPOV en Chile?
Han tenido varias implicaciones. La más fuerte es que acabó con cultivos tradicionales en el mundo campesino –que no es lo mismo que el agrícola industrializado-.
Lo primero que sucede es la desaparición del sistema público de apoyo a la agricultura. Que no sólo desaparece sino que se ha convertido en un mecanismo para incorporar de manera forzada a los campesinos a los circuitos capitalistas y en un agente de endeudamiento y pérdida de la tierra. Eso aquí también se va a notar.
A pesar de un país como los Estados Unidos que subvenciona la agricultura
Esa es la gran injusticia. En Chile las medidas disconformes del TLC eran vergonzosas, más que nada favorecían a los sectores que estaban en manos de grandes industriales, como por ejemplo, la producción de huevos. En Chile es imposible importar huevos porque quedaron tan protegidos que entrarían a precio de oro. Para el resto de la agricultura se acordaron algunas protecciones por algunos años pero ya se han cumplido los años y han ido cayendo las protecciones.
En Costa Rica se ha dicho que una de las ventajas con el TLC es el aumento de las exportaciones al primer mercado en el mundo que beneficiará a los agricultores. Cuál ha sido la realidad en Chile
Se han aumentado las exportaciones pero sólo de aquellas áreas de producción que estaban en manos de grandes capitales y han aumentado las importaciones de los cultivos que estaban en manos campesinas. Por ejemplo, las lentejas era uno de los rubros centrales de la economía en ciertas áreas pobres del país y desaparecieron con la entrada de lentejas canadienses. Sucedió lo mismo con los garbanzos y con la producción ganadera campesina, tanto de leche como de carne. La entrada de la empresa italiana Parmalat quebró a los pequeños y medianos productores de leche.
Por supuesto los grandes están exportando más, pero también pueden hacerlo porque la rentabilidad de la agricultura de exportación chilena se basa en la explotación de mano de obra, con procesos de contaminación, irrespeto a los derechos laborales, acoso sexual, etc. Si en Chile se empezaran a pagar sueldos decentes no podría exportar como exporta ahora.
Cuéntenos más acerca de UPOV.
En Chile UPOV se ha aplicado mucho a árboles frutales y viñas. Hay gente a quienes les han arrancado las viñas de los árboles.
Básicamente lo que ocurre en UPOV es que prohíbe reproducir tus plantas. Entonces hay gente que en determinado momento compra una semilla que está bajo el control de UPOV. Luego de la cosecha quiere guardarla para el año siguiente y eso es ilegal, eso es un delito. Tiene que comprar la semilla cada año. Si quiere sembrar árboles frutales, debe comprar el arbolito a quien se dice dueño de esa variedad. A los agricultores se les somete a campañas de terror a través de anuncios por la radio que recuerdan las penas por los delitos.
Cuando detectan una plantación que no cumple con UPOV, los Inspectores del Sistema Agrícola la arrancan.
También ocurre que al solicitar apoyo crediticio, te ponen como requisito demostrar la compra de semilla nueva controladas por UPOV. El mismo Estado empuja por la desaparición del campesinado.
Una de las cosas importantes con la propiedad intelectual que no hay que olvidar es que no se detiene jamás. Siempre empiezan a agregar otras cosas. En Chile cuando entró UPOV nos recomendaban que nos adhiriéramos a la versión 72 porque era más conveniente que UPOV 91. Una vez que estuvimos con la 72, quisieron que suscribiéramos la versión del 91, pero no se quedan ahí, empiezan a agregarle otras cosas.
Una de las cosas que están agregando son las leyes de certificación de semillas. Fíjese que a no ser que tengas una variedad registrada y para eso, el Registro te pide una serie de exigencias que no puedes cumplir, tu puedes sembrar tus semillas pero no puedes transportar tu cosecha, ni comercializarla ni intercambiarla, ni siquiera puedes regalarla. Entonces ponen a las semillas locales fuera de la ley para obligarte a comprar la que está bajo el control de las normas de UPOV y de ahí te empiezan a prohibir que reproduzcas las semillas criollas, lo cual es matar la semilla. Es decir, terminar con la tradición, con el conocimiento acumulado, con la autonomía, con la soberanía e incluso de la seguridad biológica de la alimentación.
Hoy día se ponen bajo UPOV cosas que antes eran impensables. Cuando nosotros nos resistíamos a UPOV, decíamos “es que van a arrancarles las plantas a los agricultores” y nos decían “no es imposible, es paranoia”. Ahora le están arrancando las plantaciones a la gente.
Una de las banderas de los defensores del TLC ha sido la prosperidad económica de Chile.
En Chile en términos de igualdad social hace muchos años teníamos uno de los mejores índices de América Latina, junto a Costa Rica, Argentina y Uruguay. Hoy estamos entre los peores del mundo.
radiointernacionalfeminista.net

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